…como este ejemplar fósil del género Schizechinus, equinoideo regular que vivió en la actual Sierra de Córdoba hace unos 10 millones de años (Mioceno Superior). En aquellos momentos, y durante uno cinco millones de años más, el borde meridional de la sierra cordobesa constituyó el litoral de la denominada Cuenca del Guadalquivir, un gran golfo entonces del océano Atlántico.
-La riqueza paleontológica que contienen las rocas calcareníticas de esta época nos da una idea de la elevada biodiversidad de los ecosistemas marinos que albergó la región: protozoos, bivalvos, corales o cetáceos, además de tiburones, anélidos, braquiópodos y otros equinoideos son algunos de los grupos de organismos representativos de la zona.
-La observación minuciosa de erizos fósiles como el de la imagen nos permite disfrutar de su originalidad: su simetría pentámera, su ano dorsal (el de la foto está deteriorado), sus tubérculos granulosos donde se apoyaban las espinas, desaparecidas a la muerte del animal, o los cientos de orificios por donde salían alineados sus pies ambulacrales, esos apéndices hidráulicos para el desplazamiento y la respiración del animal, son algunas de las características perfectamente perceptibles a simple vista (con una lupa obviamente muchos mejor).
-Pero si la salida al campo no es posible, una visita atenta a los muros de muchos de nuestros monumentos puede depararnos gratas sorpresas. Desde época romana edificios históricos como la Mezquita-catedral o las iglesias medievales fueron construidos con sillares de estas rocas miocenas tan ricas en fósiles y que fueron extraídos de las numerosas canteras localizadas en los alrededores de la ciudad.
Enlaces de interés: “Fósiles animales. Colección Recursos naturales de Córdoba”:
://www.dipucordoba.es/publicaciones/contenidos/10464/fosiles-animales.
«Fósiles en la Mezquita-catedral. Guía didáctica», Miguel Ángel Núñez : https://socohina.org/wp-content/uploads/2021/03/fosiles-tortonienses_mezquita_open2-1.pdf