
VÍA VERDE DE LA CAMPIÑA
Las Vías Verdes discurren sobre trazados de ferrocarril en desuso, reutilizados como senderos para ser recorridos a pie, bicicleta o caballo. En España, desde 1993, unos 3.200 km de estas antiguas vías ferroviarias se han convertido en 130 Vías Verdes. Además, se han reformado estaciones abandonadas para prestar servicios como albergues, restaurantes, alquiler de bicicletas o centros de información. El Programa Vías Verdes lo llevan a cabo el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Fundación de Ferrocarriles Españoles, ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) y otros organismos públicos y colectivos ciudadanos. En el ámbito provincial, la Diputación de Córdoba, a través de la Delegación de Medio Natural y Carreteras, asumió la coordinación de este programa. La provincia de Córdoba cuenta actualmente con 7 Vías Verdes.
La recuperación de estos senderos acerca la naturaleza a la población, permitiendo su conocimiento y contribuyendo al desarrollo socioeconómico del medio rural. Además, no solo ofrecen la oportunidad de practicar un ocio activo y saludable, sino que en la actualidad se está trabajando en diferentes proyectos relacionados con el enriquecimiento del paisaje y la conservación del medio ambiente. En la Vía Verde de la Campiña, en la fotografía, la Diputación de Córdoba ha puesto en marcha una iniciativa de repoblación con árboles y arbustos autóctonos, con la que pretende compensar parte de las emisiones de CO2 que se derivan de su consumo energético y de su parque móvil de vehículos. Desde el área de Ecología de la Universidad de Córdoba se está llevando a cabo el seguimiento de este proyecto, así como un estudio del efecto de las repoblaciones sobre la fauna de la zona.
Esta Vía Verde, con una longitud de 91,4 km, es la segunda más larga de Andalucía. Parte del municipio de Córdoba y finaliza en Marchena (Sevilla), siguiendo el antiguo trazado de la línea Marchena-Valchillón. Se localiza principalmente en zonas de campiña cerealista. En este panorama de agricultura intensiva, se espera que las repoblaciones favorezcan a la fauna nativa, además de que funcione como corredor para la dispersión de especies autóctonas.