
Esta mantis (Empusa pennata) tiene un aspecto muy peculiar. Las largas antenas plumosas son características de los machos. Con ellas son capaces de localizar a las hembras, gracias a las feromonas que emiten durante la época de reproducción. Se distribuye por la parte suroccidental de Europa y norte de África. Para alimentarse, acecha a sus víctimas, inmóvil, escondida en algún arbusto. Debido a sus agudos ojos compuestos, la gran movilidad de su cabeza y su agilidad de movimientos raramente se le escapa una presa. A pesar de su extraña apariencia, se trata de un insecto pacífico y se considera amigo del hombre al ser depredador de otros insectos potencialmente perjudiciales.